El sexo oral es una práctica que ha ganado popularidad, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX. Para muchos, es una parte esencial antes de cualquier acto sexual, mientras que otros lo encuentran aún más placentero. La realidad es que, cuando hay una verdadera conexión entre los participantes, el sexo oral puede ser una fuente de satisfacción garantizada.
Sin embargo, como con muchas otras prácticas, existen mitos y creencias erróneas asociadas al sexo oral. Algunos de estos mitos pueden incluso poner en riesgo la salud, por lo que es esencial conocerlos y desmitificarlos.
- Riesgo de infecciones: Una de las principales preocupaciones es la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual (ITS) a través del sexo oral. Si bien el riesgo existe, es similar al de tener relaciones sexuales sin protección. Las ITS que pueden transmitirse incluyen clamidiasis, sífilis, gonorrea, tricomoniasis, Hepatitis B, virus del Herpes, VIH y virus del papiloma humano (HPV). La presencia de heridas o laceraciones, como llagas en la boca, puede aumentar el riesgo.
- Sexo oral y cáncer: Es un mito parcialmente verdadero. El sexo oral puede llevar al desarrollo de cáncer si no se toman las precauciones adecuadas y se contrae una ITS, como el HPV.
- Preferencias según el género: Es falso afirmar que las mujeres disfrutan más del sexo oral que los hombres. La realidad es que el placer no depende del género, sino de las personas y sus preferencias individuales.
- Higiene bucal: Se cree que no se deben lavar los dientes antes de practicar sexo oral debido al riesgo de heridas en las encías que podrían aumentar la posibilidad de contraer una ITS. Sin embargo, con las medidas de precaución adecuadas, este riesgo se minimiza.
- Orgasmo femenino: Otro mito ampliamente difundido es que las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo solo con el sexo oral. En realidad, el clítoris, que es el principal órgano de placer femenino, está expuesto durante el sexo oral y puede ser estimulado para alcanzar el orgasmo.