El consumo de fentanilo adulterado ha experimentado un notable incremento en Estados Unidos, especialmente en la región oeste del país. Los principales consumidores de esta sustancia ilegal son los jóvenes.
Las estadísticas revelan que las muertes por sobredosis de fentanilo adulterado se duplicaron entre 2019 y 2021. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estas sustancias adulteradas son frecuentemente consumidas por jóvenes y hispanos. Julie O’Donnell, autora principal de un informe del CDC, indicó que las víctimas que presentaron evidencia de consumo de píldoras adulteradas eran en su mayoría jóvenes y, a menudo, hispanos.
En 2021, se registró un total de 54.768 muertes por sobredosis, y se encontró evidencia de que 2.437 de estas personas consumieron pastillas adulteradas que no fueron producidas por empresas farmacéuticas. Estas pastillas se asemejan a la oxicodona o alprazolam.
El fentanilo legalmente producido fue responsable del 42,4% de las muertes por sobredosis debido a pastillas adulteradas. Durante el último trimestre de 2021, el porcentaje de muertes por sobredosis de drogas adulteradas aumentó al 4,7%, en comparación con el 2% registrado entre julio y septiembre de 2019.
Los datos del CDC también muestran que entre julio de 2019 y diciembre de 2021, 106.293 personas fallecieron a causa de una sobredosis. De estas, 5.347 eran latinos, y 454 presentaron evidencia de consumo de drogas fabricadas ilegalmente.
El consumo de estas sustancias ilegales ha crecido en el oeste de Estados Unidos, pasando del 5% en 2019 al 15% en 2021. Según O’Donnell, los componentes de estas pastillas letales son más económicos, lo que reduce el precio de la droga y facilita su acceso. Además, estas drogas se promocionan principalmente entre los jóvenes a través de redes sociales y otros medios, donde se indica dónde adquirir estas pastillas letales. La Agencia Federal Antidrogas (DEA) ha señalado esta tendencia preocupante en sus informes.
