Un equipo de científicos chinos ha logrado clonar con éxito un gato utilizando únicamente equipamiento fabricado en el país. Este felino, que pesó 141 gramos al nacer, llegó al mundo tras un embarazo subrogado de 69 días en Qingdao. Este proyecto, llevado a cabo por la Universidad Agrícola de Qingdao y una empresa privada, marca un avance significativo en la clonación de células somáticas y demuestra la capacidad de China para desarrollar una cadena industrial completa en el campo de la clonación animal.
Zhao Minghui, profesor asociado de la universidad y participante en el proyecto, destacó que la clonación de gatos implica requisitos más exigentes en cuanto a equipamiento, reactivos y consumibles, y que la operación es más delicada. Este logro es un paso adelante respecto a la clonación del primer gato en China en 2019, ya que en esta ocasión no se requirió de reactivos ni equipamiento extranjero, superando así las restricciones tecnológicas previas.
La clonación de animales en China no solo representa un avance científico, sino también una oportunidad comercial. Muchos dueños de mascotas están dispuestos a pagar grandes sumas para clonar a sus animales. Este avance podría reducir significativamente los costos de producción, impulsando la expansión y comercialización de la industria en el país. Actualmente, el precio de mercado de un gato clonado es de aproximadamente 35.000 dólares, mientras que un perro clonado cuesta alrededor de 53.200 dólares.
Este éxito se suma a otros avances en la tecnología de clonación de China, incluyendo el nacimiento del primer lobo salvaje ártico clonado el año pasado y la creación de dos primates genéticamente idénticos en 2018, utilizando la misma técnica que la famosa oveja Dolly. Estos logros se producen en un contexto de debate y regulación en torno a la manipulación genética y la clonación en China, especialmente después del escándalo de 2019 relacionado con la creación de los primeros bebés humanos genéticamente modificados.