Una vivienda de 160 metros cuadrados se construyó utilizando tecnología de impresión 3D y tiene un precio equivalente al de un coche nuevo. Esta innovadora construcción se completó en tan solo 44 horas.
La casa, que presenta un diseño que recuerda a un crustáceo, cuenta con un dormitorio, un baño, una sala y una cocina integrada, diseñada para albergar a dos personas. Se encuentra ubicada en Komaki, una localidad a unas cuatro horas de Tokio.
El costo de esta vivienda es de aproximadamente 37.000 dólares, similar al de un vehículo de lujo. La tecnología de impresión 3D utilizada para su construcción no solo representa un ahorro económico, sino también un ahorro significativo de tiempo.
Las paredes de la vivienda se crearon completamente con máquinas que operan de manera similar a las impresoras 3D domésticas o las utilizadas en laboratorios y empresas.
Estas máquinas apilan el material en capas, de extremo a extremo. Para minimizar los costos, se utilizó una mezcla de cemento con un aditivo que permite un rápido endurecimiento.
Los componentes de la casa se “imprimieron” en una fábrica cercana al lugar de construcción. Luego, se ensamblaron con columnas de acero y cimientos, de manera similar a cómo se ensamblan las piezas de Lego. Hubo algunas paredes que tuvieron que ser reimpresas debido a daños durante el transporte.
Es importante señalar que esta vivienda sirve como prototipo y aún no está habitada. Sin embargo, hacia finales de octubre, se planea construir seis unidades similares que serán ocupadas. Anteriormente, se había construido un modelo más pequeño de 32 metros cuadrados en solo un día.
Un modelo previo, más pequeño, se fabricó en apenas 24 horas.
