En una reciente expedición cerca de la costa de Alaska, un equipo de investigadores hizo un asombroso descubrimiento en el fondo del mar, a una profundidad de aproximadamente tres kilómetros. La misión, denominada Seascape Alaska 5 y afiliada a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), identificó una extraña mancha en el lecho marino.
Para determinar la naturaleza de este objeto, el equipo utilizó un brazo robótico controlado a distancia y logró extraer un objeto que se asemeja a un «huevo de oro». Las primeras observaciones revelaron que la textura del objeto es similar a la seda. Aunque a simple vista podría parecer una especie de piedra marina, los expertos continúan investigando sus características y origen, en especial la suavidad que presenta al tacto, que recuerda al tejido de la piel.
Durante la expedición, que fue transmitida en vivo por YouTube, los científicos exploraron áreas del océano Pacífico que nunca antes habían sido observadas por humanos. Uno de los momentos más destacados fue cuando uno de los científicos bromeó sobre el objeto, diciendo: «Solo espero que cuando lo toquemos, algo no intente salir», haciendo alusión a una escena típica de una película de terror.
Entre las teorías iniciales, algunos creen que podría tratarse de los restos de una esponja marina, aunque no hay evidencia concreta que respalde esta idea. Otros sugieren que podría ser un intento de reproducción de alguna especie marina desconocida. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: «¿Qué tipo de animal produciría una cáscara de huevo como esa?»
Este hallazgo es especialmente intrigante ya que se estima que hasta dos tercios de las criaturas que viven en las profundidades del mar aún no han sido descubiertas. Por lo tanto, este nuevo descubrimiento podría ser de gran importancia para la comunidad científica y arrojar luz sobre las maravillas ocultas del océano.