Aaron Campbell, de 16 años, cometió uno de los crímenes más atroces registrados en Reino Unido. El asesinato de Alesha MacPhail, una niña de seis años, generó conmoción nacional por la violencia del hecho y la frialdad con la que el menor actuó. El caso sigue generando impacto años después por los detalles revelados durante el juicio y la confesión del acusado.
Un crimen que sacudió a la sociedad escocesa
El 2 de julio de 2018, Alesha se encontraba de visita en la casa de sus abuelos en la Isla de Bute, cuando en plena madrugada fue secuestrada por Campbell, quien ingresó a la vivienda por una ventana. En un principio, el joven aseguró que buscaba robar marihuana al padre de la menor, con quien había tenido contacto previo.
Sin embargo, al ver a la niña dormida, decidió llevársela. En su declaración posterior, confesó: “Vi una oportunidad. Todo lo que pensé fue en matarla una vez que la vi”.
El secuestro, el abuso y el asesinato
Aaron Campbell sacó a la menor de la casa mientras dormía. Durante el trayecto, Alesha se despertó, preguntó quién era, y el joven le dijo que la conocía y que la llevaba con su padre. Incluso le dio su remera, porque la niña expresó que tenía frío.
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La llevó a un hotel abandonado cercano, donde la abusó sexualmente, la golpeó violentamente y la asfixió hasta matarla. Luego intentó borrar rastros del crimen tirando su ropa al mar y dejando el cuerpo en un bosque cercano. Horas después, la familia denunció su desaparición y la policía halló el cadáver con signos de extrema violencia: 117 lesiones, muchas de ellas de carácter sexual.
Un asesino adolescente con perfil psicópata
Aaron Campbell fue citado en un principio como testigo, pero su comportamiento tranquilo y evasivo generó sospechas. Fue detenido días después y negó todo durante los interrogatorios. No fue hasta la elaboración de un informe psicológico, previo a la sentencia, que confesó todo con detalles escalofriantes.
El joven admitió que sintió “satisfacción” por el asesinato y reveló que se había esforzado “por no reírse” durante los interrogatorios. Los peritajes concluyeron que tenía pensamientos persistentes sobre violaciones, asesinatos, necrofilia y abuso de menores, y que representaba un alto riesgo para la sociedad.
Condena y repercusión
El juicio se realizó en 2019. Aunque en ese momento no se podía revelar su identidad por ser menor de edad, la justicia autorizó su publicación tras la condena. El juez lo calificó como un “individuo peligroso, insensible y calculador”, y le impuso una condena mínima de 27 años de prisión, luego reducida a 24 años tras una apelación.
Actualmente, Aaron Campbell cumple condena en una institución juvenil, pero será trasladado a una cárcel de adultos al cumplir 21 años. Recién podrá solicitar libertad condicional cuando tenga 40 años.
