El Papa Francisco ha tomado medidas contra el cardenal ultratradicionalista estadounidense Raymond Leo Burke, conocido por sus críticas y desafíos a la autoridad papal. La sanción impuesta por el Papa incluye la reducción de su salario y el aumento del alquiler de su lujoso apartamento de más de 400 metros cuadrados, que hasta ahora ocupaba a un precio muy favorable.
Esta decisión, que aún no ha sido anunciada públicamente, fue revelada por algunos blogs conservadores y confirmada por fuentes del Vaticano a la BBC. En una reunión con los jefes de dicasterio (ministerios vaticanos) el 20 de noviembre, el Papa Francisco explicó que estas medidas se deben a que Burke “está minando la unidad de la Iglesia”.
Aunque el desalojo del cardenal aún no se ha efectuado, la intención del Papa no es castigar personalmente a Burke, sino reflejar que nadie debería disfrutar de privilegios cardenalicios mientras critica al líder de la Iglesia.
Raymond Burke, nacido en Wisconsin, Estados Unidos, en 1948, es una figura prominente entre los “tradicionalistas” de la Santa Sede y ha sido un crítico abierto de los esfuerzos del Papa Francisco por reformar la Iglesia Católica.
Según Austen Ivereigh, periodista británico, escritor y profesor de historia contemporánea en la Universidad de Oxford, el Papa Francisco le confirmó esta decisión durante una breve reunión en el Vaticano. Ivereigh aclara que, aunque el Papa no ha llamado “enemigo” a Burke, la decisión se basa en la desunión que el cardenal está creando y en el uso de su apartamento y sueldo vaticano contra los intereses de la Iglesia.