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El Superclásico en un Momento Crucial para Boca: Fecha Confirmada

El esperado Superclásico entre Boca y River, correspondiente a la fecha 7 de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, se llevará a cabo el sábado 30 de septiembre. Esta fecha representa un desafío para el equipo de Boca, ya que se encuentra en medio de sus enfrentamientos de semifinales de la Copa Libertadores contra Palmeiras.

A pesar de que Boca avanzó a las semifinales tras eliminar a Racing en penales, el partido contra River se ha fijado para el 30 de septiembre. Ante esto, Jorge Almirón, técnico de Boca, solicitó públicamente la reprogramación del Superclásico de la Liga. Sin embargo, el reglamento es específico al respecto: si un equipo tiene un partido de un torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol y/o FIFA programado 48 horas antes o después de un partido de la LPF, el club puede pedir adelantar o postergar el partido de la LPF solo por 24 horas, garantizando un intervalo mínimo de 48 horas entre los dos encuentros.

Con el Superclásico programado para el 30 de septiembre y no el 1° de octubre, Boca tendrá más de 48 horas de descanso entre el partido de ida de las semifinales y el Superclásico, y 72 horas antes del partido de vuelta en Brasil.

Jorge Almirón expresó su deseo de reprogramar el partido contra River, mencionando la importancia del enfrentamiento y la fortaleza del rival, Palmeiras. Almirón enfatizó la necesidad de jugar en igualdad de condiciones, sin ventajas para ninguno de los equipos.

Los enfrentamientos entre Boca y Palmeiras por la Copa Libertadores están programados para el miércoles 27 de septiembre en La Bombonera y el miércoles 4 de octubre en el Allianz Parque, ambos con horarios aún por definir.

El reglamento de la Liga establece que, en circunstancias específicas, la LPF debe autorizar el pedido de reprogramación hecho por un club, incluso sin el consentimiento del equipo contrario. Sin embargo, hay situaciones en las que esto podría ser materialmente imposible, y en esos casos, la LPF tiene la autoridad para decidir según su criterio, siempre intentando garantizar un descanso mínimo de 48 horas entre los partidos.