En Cholila, ubicada en la provincia de Chubut, los residentes se sorprendieron al presenciar el nacimiento de un ternero con dos cabezas debido a una malformación congénita. Este suceso no es el primero en Argentina, ya que anteriormente se registraron casos similares en Entre Ríos y Córdoba.
En poco tiempo, las imágenes del peculiar ternero se esparcieron rápidamente por las redes sociales, generando asombro y diversas reacciones entre los usuarios.
La información proporcionada por Diario Jornada señala que este tipo de malformaciones es conocido como “teratología”. Contrario a lo que algunos podrían pensar, la causa no está relacionada con la consanguinidad. Un experto veterinario señaló que la condición del ternero se debió a la “genotoxicidad”, que puede dañar el material genético a través de medios físicos, químicos o biológicos.
La “genotoxicidad” se refiere al daño causado al material genético, que no se limita solo al ADN. También abarca componentes celulares que afectan la funcionalidad y el comportamiento de los cromosomas en la célula, como las proteínas involucradas en la reparación del ADN.
Los elementos que pueden causar toxicidad genética se denominan “genotóxicos” o “xenobióticos”. Estos se dividen en tres grupos según su origen: químicos, físicos y biológicos.
Los compuestos químicos forman la primera categoría, mientras que las radiaciones conforman la segunda. En cuanto a la tercera, incluye ciertos parásitos, bacterias, hongos, plantas e incluso virus, aunque estos últimos a menudo se categorizan de manera diferente porque no se los considera seres vivos.