Cordobés crea vehículo impulsado por desechos y anima a todos a replicarlo: “Con 15 kg recorro 100 km”
Un innovador argentino, Edmundo Ramos, ha revolucionado el mundo del transporte con su reciente invención: un automóvil que funciona con basura. A sus 67 años, este cordobés ha demostrado que los residuos pueden tener un valor energético significativo, capaz de reemplazar al petróleo como fuente de combustible.
Ramos, quien ha sido ingeniero toda su vida, comenzó a trabajar en este proyecto en 2018. Desarrolló un gasificador de residuos que convierte la basura en un combustible que ha denominado “gasura”. Actualmente, está en proceso de patentar esta innovadora forma de transporte sostenible a nivel internacional.
Con su Ford Falcon Ranchera de 1983, Ramos ha demostrado que cualquier vehículo puede ser adaptado para funcionar con basura, sin necesidad de modificar el motor. Además, estos vehículos pueden alcanzar velocidades de hasta 115 km/h, ofreciendo una solución ecológica en un mundo cada vez más afectado por la contaminación.
Ramos siempre ha sido un inventor apasionado. Reflexionó sobre la dependencia de la sociedad del petróleo y vio la necesidad de buscar alternativas sostenibles. Su objetivo era crear algo simple y accesible para todos. Describe su invento como un tambor metálico con una tapa y dos agujeros, que permite convertir la basura seca en combustible en tan solo 10 minutos.
El impacto de su invención ha sido global. Personas en Suecia, Estados Unidos, África, Paraguay, Bolivia y Birmania han replicado su sistema para diversos propósitos, desde vehículos hasta generadores eléctricos.
Ramos destaca que, a diferencia del petróleo, la basura es un recurso inagotable. Su investigación y desarrollo se centraron en cómo la basura podría ser utilizada como fuente de energía para mover vehículos. Descubrió que los residuos tienen un valor energético comparable al petróleo y pueden ser utilizados como combustible sin emitir contaminantes y, además, liberando oxígeno al ambiente.
El vehículo de Ramos requiere 15 kg de residuos para recorrer 100 km. Para vehículos más modernos con motores más pequeños, solo se necesitan 5 kg de basura para la misma distancia.
A lo largo de 12 años de trabajo en este proyecto, Ramos enfrentó muchos desafíos. Sin embargo, en 2019, logró que su vehículo alcanzara una velocidad de 120 km/h. Para probar la eficiencia de su invento, viajó desde la Quiaca hasta Cabo Vírgenes, recorriendo 5000 km utilizando solo residuos orgánicos como combustible.
Ramos está comprometido con compartir su conocimiento. En su página web, ofrece un manual gratuito para que cualquiera pueda construir su propio vehículo impulsado por basura. Su motivación es clara: quiere servir a la humanidad y contribuir a un futuro más sostenible.