Flor Vigna se vio en el centro de la polémica tras compartir una imagen donde Luciano Castro tocaba su parte íntima bajo la falda, lo que provocó la reacción de Sabrina Rojas, quien exigió respeto por sus hijos, Fausto y Esperanza. “Me pareció excesivo. Esa foto es antigua, de cuando estaban juntos en ‘El Divorcio’. No creo que Flor la haya publicado por error. A menudo comparte fotos antiguas, incluso de mis hijos de hace tres meses como si fueran recientes”, declaró en LAM (América).
Rojas añadió: “Sería bueno que Flor considere que hay niños involucrados. No es apropiado que vean a su padre tocando las partes íntimas de alguien. Además, se expone innecesariamente a críticas”.
Flor Vigna, al enterarse de estos comentarios, respondió con cautela a Ciudad Magazine, evitando conflictos que puedan afectar su carrera musical. “Fue un error lo del video. Tengo cariño por Sabri y su familia. No entraré en disputas”, afirmó. Luego, en sus redes sociales, se extendió: “Estaba nerviosa. Luciano estaba de gira, lo extrañaba mucho y quise compartir un video nuestro, cortando la parte inapropiada. Por error, se subió solo esa parte. Al finalizar mi show y darme cuenta, me horroricé y lo borré inmediatamente, pero ya se había difundido. Nos extrañamos mucho entre giras y trabajos, y a veces un video ayuda a sentirnos más cerca. Lamento el error y agradezco a quienes envían energía positiva”.
Vigna y Castro, cada vez más unidos, se conocieron en el gimnasio y pronto iniciaron un romance. “No descubrí nada sobre sexo hasta después de los 25 años. Solo sabía lo básico. Me redescubrí gracias a un nuevo amor”, compartió Vigna en LAM el año pasado. Sobre su primera experiencia sexual con Castro, dijo: “Él comentó sobre un lunar mío, y eso me enamoró. La conexión con otra persona cambia tu percepción de ti mismo y del sexo. Lo trivial se vuelve insignificante”.
Finalmente, Vigna reveló lo que Castro le dijo al verla desnuda: “´Nunca te operes´. Sigo aprendiendo de él. Siento que lo conozco de otra vida. Tenemos mucho en común, ambos de familias humildes y del mismo barrio, aunque no nos cruzamos por la diferencia de edad. Hablamos de lugares comunes: el Club All Boys, Argentinos Juniors y el bar Tokyo”.
