En agosto, Javier Milei, candidato con alto respaldo en las PASO, manifestó su oposición a la idea de que Argentina se uniera a los BRICS, enfatizando su alineación con Estados Unidos e Israel y su rechazo a alinearse con naciones comunistas. Sin embargo, tras convertirse en presidente electo y durante la formación de su gobierno, Milei parece estar reconsiderando su postura en política exterior, especialmente en relación con China, Brasil y los BRICS.
Fuentes de La Libertad Avanza (LLA) indican que el equipo de relaciones internacionales, liderado por la posible futura canciller Diana Mondino, está evaluando seriamente la inclusión de Argentina en los BRICS, aunque con un rol menos activo. Este grupo de economías emergentes, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha invitado formalmente a Argentina, junto con Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía, a unirse a partir del 1 de enero de 2024.
El equipo de Milei considera que, dada la situación actual de Argentina, es aconsejable no rechazar oportunidades de integración internacional. La participación en los BRICS se ve como una oportunidad más que un riesgo, permitiendo a Argentina interactuar estrechamente con funcionarios y representantes de estas naciones en numerosas reuniones a lo largo del año.
La decisión de unirse a los BRICS, aún no finalizada, se inclina hacia una postura moderada que permitiría a Argentina formar parte de un grupo influyente sin comprometerse demasiado con socios potencialmente problemáticos, como Irán. Esta moderación también se refleja en las recientes interacciones con China. Diana Mondino se reunió con el embajador chino en Argentina, Wang Wei, y recibió una carta de Xi Jinping, comprometiéndose a trabajar juntos.
China es el segundo socio comercial de Argentina, y Brasil, miembro de los BRICS, es el primero. Mantener relaciones con ambos países sería beneficioso no solo para el comercio actual, sino también para potenciarlo en el futuro. La nueva política exterior de Milei busca fortalecer las relaciones comerciales para impulsar la generación de divisas y el sector productivo interno.