Javier Milei, el presidente electo de Argentina, ha establecido un nuevo marco geopolítico para el país al excluir a los líderes de Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua de su ceremonia de asunción. Esta decisión se basa en las constantes violaciones a los derechos humanos y el apoyo al terrorismo internacional por parte de estos regímenes. Los dictadores Ebrahim Raisi, Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega no han sido invitados a los eventos oficiales del 10 de diciembre.
La postura de Milei contrasta con la agenda internacional del actual gobierno de Alberto Fernández. Milei ha trazado una línea clara con respecto a Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua, mientras adopta una postura más diplomática hacia China, Rusia y Brasil. Durante su campaña, Milei mostró un conocimiento limitado de la política exterior, un aspecto crucial para cualquier gobierno en el siglo XXI.
La Cancillería argentina ha enviado invitaciones a Xi Jinping, Vladimir Putin y Lula da Silva. La lógica detrás de esto es que si Estados Unidos e Israel, dos referentes en política exterior para Argentina, mantienen diálogos con estos líderes, Argentina también debería hacerlo, dada su historia y significativo comercio exterior con estos países.
Las invitaciones a Xi y Putin son un gesto institucional en un contexto diplomático complejo. Daniel Scioli y Diana Mondino están trabajando para asegurar la presencia de Lula en la asunción de Milei. Scioli, embajador argentino en Brasil, planea reunirse con Lula en un evento del Mercosur el 7 de diciembre, mientras que Mondino utiliza su influencia interna para facilitar esta tarea.
La relación con Lula es delicada, especialmente debido a las declaraciones previas de Milei y la invitación a Jair Bolsonaro, el principal rival de Lula en Brasil. Scioli busca que Lula priorice la relación bilateral y el Mercosur, mientras que Mondino aconseja minimizar la exposición de Bolsonaro, quien llegará a Buenos Aires con su propia delegación.
Argentina mantiene relaciones diplomáticas con Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua, por lo que es probable que estos países envíen representantes a Buenos Aires para la asunción. Sin embargo, Milei no tiene intención de interactuar con Raisi, Maduro, Díaz-Canel y Ortega, quienes apoyan a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah.
El nuevo enfoque de Milei implica que Argentina no se unirá a los BRICS, donde Irán estará presente; se distanciará del diálogo entre Venezuela y su oposición política; evitará contactos con Cuba y condenará repetidamente a Nicaragua en la OEA. Esta agenda internacional difiere significativamente de la llevada a cabo por Alberto Fernández, cuyo mandato presidencial termina en menos de nueve días.