Norma Sosa compartió un desgarrador testimonio sobre las circunstancias que rodearon la operación de su hija, Romina Vega, quien falleció a la temprana edad de 21 años después de someterse a una cirugía con el médico Aníbal Lotocki. La muerte de la modelo Silvina Luna puso nuevamente en el foco público a Lotocki, y varios casos impactantes relacionados con el cirujano comenzaron a surgir.
Romina Vega, originaria de Misiones, falleció en 2007 después de una operación que se llevó a cabo en un departamento, donde se pasaron por alto los protocolos estándar de una intervención quirúrgica. Norma Sosa relató cómo Lotocki intentó tranquilizarla antes de la operación, asegurándole que era un procedimiento menor y que no era necesario realizar estudios previos.
Contrario a lo que se le había informado, Romina no solo se sometió a una liposucción abdominal, sino que también se le realizaron otros procedimientos en brazos y piernas. Norma señaló que Lotocki no cumplió con lo que inicialmente le había prometido y manipuló la situación. Al regresar a la clínica después de la operación, encontró a su hija en un estado crítico, pálida y atada a una tabla debido a la falta de un ascensor adecuado para camillas. A pesar de los intentos por reanimarla en un sanatorio cercano, Romina no sobrevivió.
La autopsia reveló que la causa de la muerte fue una embolia grasa y un edema pulmonar, consecuencia directa del procedimiento. Norma está convencida de que la muerte de su hija se debió a una mala praxis y a las numerosas negligencias de Lotocki, quien no contaba con una sala de reanimación ni anestesista en el lugar. Describió al cirujano como un “psicópata” sin empatía.
A pesar de ser juzgado por homicidio culposo tras la muerte de Romina, Lotocki fue absuelto. Norma lamentó la situación, sugiriendo que hubo influencias monetarias en la decisión. Además, reveló que durante el juicio, Lotocki presentó un electrocardiograma falso de Romina, utilizando el de otro paciente.