Macri y Milei mantuvieron dos conversaciones telefónicas el lunes por la mañana, donde Macri enfatizó la importancia de evitar errores en la distribución de boletas y coordinar la fiscalización entre los libertarios y el PRO. Una fuente cercana a los libertarios reveló que las conversaciones y reuniones fueron productivas para fortalecer la unidad. Se realizó un análisis detallado de cada escuela y mesa de votación, asegurando una cobertura territorial y de liderazgo sólida.
El PRO había considerado retirar su apoyo a Milei debido a tensiones previas. La fiscalización es una preocupación central para ambos grupos, temiendo posibles maniobras de fraude por parte del peronismo. En elecciones reñidas, incluso un pequeño margen puede ser decisivo.
Según fuentes, la tensión alcanzó un punto crítico cuando dirigentes del PRO amenazaron con no participar en la campaña de fiscalización en apoyo a Milei. Durante el debate presidencial, Massa insinuó a Milei que sus aliados lo habían abandonado, refiriéndose a la ausencia del PRO en el debate, aunque no fueron invitados por La Libertad Avanza.
Una fuente de la coordinación libertaria criticó al PRO por considerarse expertos en fiscalización sin serlo realmente. La estructura de fiscalización de Milei fue cuestionada por los macristas, especialmente por no cubrir todo el país. Guillermo Ferraro, coordinador general de fiscalización de Milei, recibió apoyo de figuras clave y está vinculado a Milei a través de importantes grupos corporativos. Hubo tensiones internas sobre la participación de dirigentes regionales y el avance de los “corporativos” de Milei.
En las PASO, el peronismo protegió las boletas de Milei debido a un acuerdo, pero en la elección general, la situación cambió. Macri aseguró a Milei financiamiento para la fiscalización, lo que ayudó a aliviar las tensiones. El delegado de Macri para la fiscalización es Eduardo Bastitta, apoyado por figuras prominentes del PRO.
Los libertarios y macristas criticaron mutuamente la falta de colaboración en la fiscalización. Finalmente, se acordó dividir los territorios para la fiscalización en la provincia de Buenos Aires.
Otro conflicto surgió con la cantidad de boletas en las urnas. La Libertad Avanza envió solo el 25% de las boletas necesarias por urna, lo que fue criticado por algunos operadores. Sin embargo, se coordinó para asegurar una cantidad adecuada de boletas y fiscales en todas las mesas.
En resumen, las conversaciones entre Macri y Milei ayudaron a resolver las tensiones y coordinar esfuerzos para la fiscalización y distribución de boletas, asegurando una operación electoral más unificada y eficiente.
