El 8 de octubre de 2020, tras las primeras salidas permitidas después de la cuarentena por el Covid-19, Lucía Castro Osores decidió reunirse con amigos en un bar. Esa noche, en San Miguel, se habían autorizado las primeras salidas a restaurantes y bares, siempre que fueran en espacios abiertos. Lucía y sus amigos eligieron el lugar Zar Burgers&Beer para su encuentro. Sin embargo, lo que prometía ser una noche agradable terminó en tragedia.
Poco después de su llegada al bar, se produjo una explosión en la mesa donde Lucía estaba sentada. La causa fue que una camarera acercó un recipiente con alcohol a un centro de mesa encendido. Lucía sufrió graves quemaduras y falleció al día siguiente, el 10 de octubre. Aunque ella fue la más afectada, varios de sus amigos también resultaron heridos y necesitaron intervenciones médicas. Testigos del incidente declararon que vieron a la joven pidiendo ayuda, pero nadie acudió en su auxilio.
El juicio que busca determinar las responsabilidades por la muerte de Lucía comenzará en San Martín. Los acusados son Priscila Lucca, mesera del bar; Carlos Eduardo Oliverio, propietario del establecimiento; y Marina de Los Ángeles Ramírez, encargada del lugar. Los tres enfrentan cargos por “homicidio culposo”. Se espera que el proceso dure hasta noviembre, con un total de 17 audiencias y 245 testigos citados.
Lorena Osores, madre de Lucía, expresó su ansiedad y frustración ante el inicio del juicio. Ella espera que se haga justicia y que se eviten futuros incidentes similares. Además de este caso principal, hay investigaciones en curso relacionadas con la pérdida de pertenencias de las víctimas durante el incendio y posibles negligencias en las habilitaciones y controles municipales del bar.
