En un hecho insólito, una oficial penitenciaria se enamoró de un recluso, mantuvo relaciones sexuales con él dentro de la prisión y le facilitó el ingreso de drogas. El incidente ocurrió en la cárcel de HMP Forest Bank, en Manchester, Inglaterra, en diciembre de 2020. Sin embargo, la sentencia se dictó recientemente.
La oficial, identificada como Joanne Hunter, de 27 años, había establecido un vínculo con Connor Willis, un recluso de la mencionada prisión. Hunter comenzó a trabajar en el penal a fines de 2018 y conoció a Willis en 2019, pero la relación se consolidó tiempo después. Además de mantener relaciones íntimas con el preso, Hunter le enviaba fotografías explícitas.
Adicionalmente, Hunter contrabandeaba tabaco, marihuana y anfetaminas para Willis. Las autoridades penitenciarias, al recibir información sobre sus actividades ilícitas, procedieron a detenerla. Finalmente, Joanne Hunter admitió conspiración para cometer mala conducta en un cargo público y, tras un proceso judicial, fue condenada a tres años de prisión.
