La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado a China más información sobre un brote de neumonía infantil que está causando alarma. Este brote, conocido como el “síndrome del pulmón blanco” debido a cómo se muestra el daño pulmonar en las imágenes médicas, ha llevado a la OMS a recomendar el uso de mascarillas faciales y el distanciamiento social en el país.
La doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, ha informado que están supervisando la situación en China, donde los hospitales están experimentando una carga abrumadora de casos. La OMS está exigiendo nuevos datos sobre este brote y ha instado a la población china a retomar medidas preventivas como el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
China, que implementó uno de los bloqueos más rigurosos durante la pandemia, podría haber dejado a los niños sin la inmunidad necesaria contra enfermedades estacionales. La doctora Van Kerkhove señaló un aumento de infecciones respiratorias en todo el mundo, especialmente durante el otoño e invierno.
El Ministerio de Salud chino, a través de su portavoz Mi Feng, ha urgido a la población a reconsiderar el uso de mascarillas faciales y el distanciamiento social. Se han propuesto medidas para aumentar la capacidad de las clínicas y garantizar un suministro adecuado de medicamentos, enfatizando la importancia de la prevención y el control de epidemias en lugares clave como escuelas, centros de cuidado infantil y residencias de ancianos.
La médica neumonóloga Laura Pulido y el médico neumonólogo Marco Antonio Solis Aramayo han analizado la situación, destacando la concurrencia de varios patógenos y la posible resistencia a los antibióticos. La situación en Beijing es particularmente preocupante, con los principales hospitales pediátricos registrando hasta 7,000 ingresos diarios.
China está bajo presión para ser más transparente en su manejo del brote, especialmente tras las acusaciones de ocultar información crítica sobre el COVID-19 en sus etapas iniciales. La OMS ha informado que los grupos de casos están relacionados con patógenos previamente conocidos, incluyendo Mycoplasma pneumoniae, virus respiratorio sincitial, adenovirus, influenza y COVID-19.
Los expertos sugieren que la alta incidencia de enfermedades en niños podría deberse a que los adultos ya han sido expuestos a estas enfermedades y tienen inmunidad, lo que hace que los niños sean más susceptibles. La crisis sanitaria en China podría no replicarse en el resto del mundo debido a las diferencias en políticas sanitarias y aglomeraciones de gente.
