El argentino Federico Brito ha revolucionado la forma de inmortalizar recuerdos con su empresa Last Trip, el primer servicio en Latinoamérica que permite enviar cenizas, archivos digitales y objetos simbólicos al espacio. Desde 2022, ha llevado al cosmos cartas, audios y hasta una carta digitalizada de Jorge Luis Borges, cumpliendo así el deseo de sus clientes de dejar un legado más allá de la Tierra.
Un pedido personal que se convirtió en un negocio innovador
Brito, licenciado en Enseñanza de las Ciencias y con una larga trayectoria en la industria aeroespacial, comenzó este proyecto tras la muerte de su padre en 2021. Antes de fallecer, le pidió que sus cenizas fueran enviadas al espacio, lo que lo llevó a investigar empresas estadounidenses que ofrecían este servicio. En lugar de limitarse a replicar la idea, decidió expandir el concepto y desarrollar una propuesta más amplia y accesible.
Así nació Last Trip en 2022. En enero de 2023, concretó su primer lanzamiento con un módulo que transportó las cenizas de cinco personas, una mascota y diversos archivos digitales, utilizando un cohete de SpaceX, la empresa de Elon Musk.
Expandiendo el concepto: arte, historia y campañas publicitarias en el espacio
El éxito de su primer envío lo llevó a planificar un segundo lanzamiento, que se realizó en febrero de 2024. Esta vez, Last Trip amplió su alcance y envió archivos digitales vinculados al arte, el deporte, la educación, la salud y el medio ambiente.
Entre los participantes de este vuelo especial estuvo el exfutbolista Sebastián Battaglia, quien aprovechó la ocasión para promocionar su academia de fútbol desde el espacio. También se enviaron audios y videos del periodista Julio Mareva, fallecido recientemente, en homenaje a su programa de radio «Ocho minutos del sol».
Uno de los hitos más destacados de Last Trip fue el envío de una carta digitalizada de Jorge Luis Borges al espacio, consolidando la fusión entre cultura y tecnología en su innovador proyecto.
Cómo funciona el servicio y cuánto cuesta enviar recuerdos al espacio
A diferencia de las empresas estadounidenses, que cobran más de USD 5.000 por gramo de ceniza, Last Trip busca ofrecer un servicio más accesible. Brito ha establecido alianzas con funerarias para que las personas puedan entregar una muestra de cenizas, que luego él se encarga de lanzar al espacio.
Además, el servicio no se limita a despedidas simbólicas. Empresas y artistas pueden utilizar archivos digitales y productos para campañas publicitarias en el espacio, lo que ha abierto un nuevo nicho de mercado.
Planes de expansión: fabricar satélites propios y lanzar más vuelos
Actualmente, Last Trip realiza un lanzamiento por año, pero el objetivo de Brito es aumentar la frecuencia y fabricar sus propios satélites. Hasta el momento, sus módulos viajan en satélites fabricados por terceros, que luego son lanzados en cohetes de SpaceX.
Si logra producir sus propias estructuras espaciales, podrá reducir costos y aumentar la cantidad de envíos, permitiendo a más personas acceder a este servicio. También planea desarrollar una aplicación móvil para que los clientes puedan acceder a sus archivos digitales desde el espacio en cualquier momento.
Un concepto con impacto emocional y tecnológico
Desde su fundación, Last Trip ha enviado al espacio las cenizas de ocho personas y más de 60 «pasajeros digitales», incluyendo mensajes, audios y recuerdos personales.
El proyecto no solo representa un avance en la industria espacial, sino que también ofrece una nueva manera de trascender, permitiendo que recuerdos, homenajes y campañas publicitarias crucen los límites de la atmósfera terrestre.
Brito está convencido de que siempre habrá interés en este tipo de lanzamientos. «La idea de trascender en el espacio es algo que a la gente le genera mucha emoción», concluye.