Tras un proceso judicial marcado por la incertidumbre y el escrutinio público, Sebastián Sosa, arquero del club Vélez, ha sido liberado después de pagar una fianza de 50 millones de pesos. Sin embargo, su regreso al terreno de juego no es tan simple como podría parecer.
Este miércoles, Sosa cumplió con el pago exigido por la Justicia de Tucumán para obtener su liberación en el caso de abuso sexual en el que se encontraba involucrado junto con otros tres futbolistas de Vélez. Aunque el arquero uruguayo proclama su inocencia, su futuro en el ámbito deportivo se ve afectado por las decisiones del club.
Los abogados del jugador han expresado su satisfacción con esta resolución y esperan que Sosa pueda reincorporarse a los entrenamientos con Vélez en los próximos días. Sin embargo, desde el club han informado que su contrato sigue suspendido, lo que plantea interrogantes sobre su regreso inmediato a la actividad deportiva.
Según fuentes cercanas al caso, los contratos de los cuatro jugadores implicados siguen suspendidos, y el futuro de Sosa dependerá de los procedimientos legales pertinentes y del dictamen del convenio colectivo de trabajo de Futbolistas Agremiados.
En sus declaraciones tras la liberación, Sosa reiteró su confianza en la Justicia y su deseo de que se aclare la verdad en el caso. Evitó entrar en detalles sobre la causa y reafirmó su repudio hacia cualquier acto de violencia.
En cuanto a las condiciones de su libertad, Sosa deberá permanecer en Buenos Aires, donde ha establecido su domicilio legal, y cumplir con ciertas restricciones durante los próximos 90 días, que incluyen presentarse periódicamente ante la autoridad y mantenerse alejado de la denunciante y sus familiares.
El arquero se enfrenta a acusaciones de participación secundaria en el abuso sexual agravado, con penas que podrían oscilar entre los ocho y los 20 años de cárcel. No obstante, su grado de participación podría influir en la determinación de su sentencia. Ver Más >>>