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En el contexto económico actual, el sector de combustibles no ha sido inmune a los efectos de la inflación. A pesar de que generalmente se considera que el mercado de combustibles es resistente a los cambios de precios, la reciente escalada inflacionaria ha tenido un impacto significativo en la venta de naftas y gasoil.

Un informe reciente de la Secretaría de Energía revela que, en enero, se observó una disminución en el consumo de naftas (tanto súper como Premium) y gasoil. Esta tendencia se ha manifestado en todas las marcas, con la excepción de YPF.

Desde la asunción de Javier Milei, los precios de los combustibles han experimentado un aumento del 86%, con tres incrementos notables, el último de los cuales fue impulsado por la actualización de impuestos específicos. Este aumento pronunciado ha repercutido directamente en las estaciones de servicio. En enero, el consumo de naftas y gasoil en estaciones de servicio disminuyó un 5,76% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representa una caída de 1.466.484 m3 a 1.556.128 m3.

Los combustibles Premium han sido los más afectados por esta tendencia. La nafta Premium, en particular, sufrió una caída del 22,67%. Interesantemente, no se observó un cambio significativo de los consumidores de nafta Premium a la súper, indicando que algunos conductores han optado por reducir o cesar el uso de sus vehículos.

El diésel también ha experimentado una disminución en sus ventas, con una caída del 7,5% en la categoría Premium y del 3,8% en el gasoil. En el último mes, se registró una disminución del 15,24% en el consumo de nafta Grado 3 (Premium) y del 5,36% en la súper. El diésel Premium y el gasoil Grado 2 disminuyeron un 7,3% y un 6,96%, respectivamente.

En cuanto a las empresas, YPF fue la única que registró un aumento en sus ventas, con un crecimiento del 2,89%. Por otro lado, Shell, AXION Energy y Puma Energy experimentaron retrocesos del 15,51%, 14,34% y 14,70%, respectivamente.