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Julieta Prandi declarará este miércoles ante el Tribunal N°2 de Campana como la primera testigo en el juicio contra su exmarido, el empresario Claudio Contardi, acusado de haberla violado en múltiples ocasiones entre 2015 y 2018. Según su denuncia, los abusos ocurrieron al menos 144 veces durante casi tres años.

La modelo, representada por el abogado Fernando Burlando, denunció los hechos en octubre de 2021. El fiscal Christian Fabio solicitó la elevación a juicio un año después.

El relato que impulsó la causa

En su testimonio ante la Justicia, Prandi aseguró: “Él me secuestró, me violó y me amenazó de muerte”. Detalló que los abusos comenzaron luego del nacimiento de su segundo hijo, en una vivienda del country en Escobar, y que la violencia de Contardi ya era una constante desde el embarazo.

Durante esa etapa, el empresario la habría alejado de su entorno, impidiéndole manejar, cambiándole el número de teléfono y controlando sus movimientos. También la habría amenazado con frases como: “¿Estás con alguien, putita?”, y afirmado: “No vas a cumplir más años, vas a recibir una corona”.

El expediente judicial sostiene que Contardi usaba su rol como pai umbanda para manipularla psicológicamente, asegurando que podía saber todo lo que hacía y obligándola a confesar cada detalle de su día. Incluso llegó a convencerla de que padecía un cáncer inexistente.

Indicadores de abuso y peritajes

La perito psicóloga que entrevistó a Prandi en la Asesoría Pericial de la Procuración bonaerense confirmó que su relato presenta “indicadores compatibles con victimización sexual y violencia familiar”. También concluyó que no había elementos para considerar falsedad o invención.

La situación actual de Claudio Contardi

Contardi, que negó los cargos en dos oportunidades durante el proceso, llega al juicio con una tobillera electrónica, una restricción perimetral de 300 metros respecto a su ex pareja, y un embargo por $100 millones. Si bien inicialmente pidió ser juzgado por jurado popular, luego optó por dejar su suerte en manos del tribunal.

La acusación formal es por abuso sexual con acceso carnal agravado por provocar grave daño en la salud mental de la víctima, en un contexto de reiterados episodios.