Tras la divulgación del dato de inflación de agosto en la Ciudad de Buenos Aires, se anticipa una cifra preocupante a nivel nacional, especialmente en el contexto de una campaña electoral en curso. Por primera vez en veinte años, la medición mensual de precios en la ciudad superó el umbral de dos dígitos, pasando del 7,3% en julio al 10,8% en agosto. Este aumento en la inflación sugiere una cifra similar a nivel nacional que mide el INDEC. Se ha sabido que Sergio Massa espera que la inflación de agosto alcance aproximadamente el 11% mensual. Este porcentaje podría tener un impacto en el índice de septiembre y podría influir en las posibilidades del ministro de Economía en las elecciones de octubre.
Uno de los factores que contribuyó significativamente a este aumento fue la devaluación post PASO, que afectó especialmente el precio de los alimentos. En la Ciudad de Buenos Aires, el precio de los alimentos aumentó un 12,5%, con un notable incremento en el precio de la carne, que superó el 19%. En la provincia de Córdoba, el precio de la carne aumentó un 16,59% durante agosto. Estos aumentos también se reflejaron en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), afectando especialmente a los sectores más vulnerables. Según un estudio del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), los precios de los alimentos en los barrios populares del conurbano aumentaron un 27% en agosto.
Para poner en perspectiva, una familia compuesta por dos adultos y dos niños en la provincia de Buenos Aires necesitó $139.789,65 para cubrir los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en agosto, es decir, $29.710,39 más que en julio para no caer en la indigencia. Comparando con el mismo mes del año anterior, el aumento fue del 167,05%.
Estos datos muestran que los acuerdos y congelamientos de precios por 60 y 90 días no han sido suficientes para controlar la inflación. Esta situación representa un desafío para Massa, quien, además de ser ministro de Economía, es candidato presidencial y busca obtener la mayor cantidad de votos para llegar al balotaje.
La incertidumbre económica se intensifica a medida que se acercan las elecciones de octubre. Tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Economía, se considera que septiembre será un mes crucial para determinar el rumbo de las elecciones generales de octubre. Se espera que los indicadores económicos de septiembre se publiquen días antes de las elecciones generales, y el oficialismo espera que muestren una desaceleración en comparación con el mes anterior. La esperanza es que esto alivie el malestar social y juegue a favor en las elecciones.