En un inusual incidente, una familia de Tolhuin, Tierra del Fuego, vivió un momento de asombro y preocupación durante su cena. Mientras disfrutaban de un asado, descubrieron un proyectil dentro de un chorizo que habían adquirido en una carnicería local.
El padre de familia compartió su experiencia, mencionando que al cortar el chorizo para servirlo, dividió la pieza entre él y su hijo. Al consumir su porción, se encontró con el proyectil en su interior. Afortunadamente, nadie ingirió el objeto, pero el padre destacó que estuvo cerca de tragárselo y que incluso pudo haberle roto una muela.
Inicialmente, el hombre pensó que podría tratarse de algún residuo del proceso de picado del chorizo. Sin embargo, al observarlo detenidamente, confirmó que se trataba de un proyectil. Este hallazgo les quitó el apetito, y decidieron desechar el resto de la comida, especialmente preocupados por la seguridad de los niños presentes.
Los chorizos, según el testimonio del hombre, eran de elaboración propia de la carnicería «Pastoriza». La familia no tardó en presentar una denuncia ante el área de Bromatología, aportando el ticket de compra, el proyectil y la mercadería como evidencia. Su principal interés es que se investigue el proceso de producción de la carnicería para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.
El afectado concluyó expresando su alivio por haber detectado el proyectil a tiempo y su esperanza de que se resuelva el asunto para garantizar la seguridad de otros consumidores.
